Hubieron varias ideas que llamaron mi atención en esta lectura. Me pareció interesante lo que dice sobre las nuevas construcciones de identidad que son posibles gracias al Internet y a las redes sociales. Dice que a partir del fenómeno blog fue que se produjo una radical reivindicación de un "yo" que quiere hablar de sí mismo. Las personas, después de haberse enfrentado a la Web 1.0 en donde todos los usuarios se comunicaban desde el anonimato utilizando nicknames en las salas de chat, ahora tienen el deseo de volver a expresarse y ser escuchados al ser ellos mismos y opinar sobre lo que les interesa. En este momento comenzaron a existir los usuarios que ahora conocemos como bloggers. Otra cosa que vale la pena destacar es que hoy en día cualquiera puede ser un blogger y compartir sus opiniones, sus perspectivas sobre la vida y sus experiencias personales utilizando cualquier red social. Por lo mismo también se vuelve más difícil hacerse conocido porque hay demasiadas personas intentando que sus perfiles, sus canales o sus blogs se viralicen.
También me llamó mucho la atención la parte en la que se habla de las prácticas de exclusión inherentes al mundo de la conectividad digital. Me gustó el ejemplo al que se refiere para explicar este tema de la ausencia y exclusión: 97 empleadas domésticas de Daniela Ortiz. Esta pieza me parece relevante especialmente ahora que todos están hablando de la película Roma de Alfonso Cuarón. Es importante reflexionar sobre el lugar que ocupan trabajadoras de este tipo. Lo que justamente se puede observar en la obra de Ortiz es que son personajes sumamente necesarias y trascendentes en las vidas de las personas que viven cómodamente y comparten este tipo de fotos en Facebook. Se sabe lo realmente importante que es el rol que juegan estas mujeres para que las familias que las contratan vivan como viven. Pero esto no implica que las familias lo lleguen a reconocer ante sus amistades en redes sociales donde lo único que importa son las apariencias. Por eso es que me resulta interesante esta reflexión visual sobre la "ausencia". Porque no es realmente que las empleadas domesticas estén ausentes en las fotos, sino que nosotros mismos las excluimos por lo normalizado que está no tomarlas en cuenta.
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